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Todo lo que debes saber acerca del Punto G

por Redacción
02-04-2022

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Probablemente has escuchado del punto G, junto con que es la “clave” para lograr un orgasmo vaginal increíble. ¿Es real? La respuesta es complicada.

El punto Gräfenberg, conocido como el punto G, fue descubierto por la Dra. Beverly Whipple cuando notó que hacer el movimiento “ven acá” con los dedos a lo largo del interior de la vagina producía una respuesta física en las mujeres. Consideró que esta región podría ser la clave para que las mujeres logren orgasmos durante las relaciones sexuales.

Sin embargo, es importante aclarar que el punto G no es realmente una parte distinta de tu anatomía. De hecho, en un estudio de 2017, los investigadores intentaron encontrar el punto G sin lograrlo.

En lugar de ser un punto separado en tu vagina, el punto G es parte del área clitoral. Esto significa que cuando estás estimulando el punto G, realmente estás estimulando parte del clítoris, el cual es mucho más grande de lo que nos han hecho creer. Resulta que el centro del tamaño de una arveja en donde se une la labia interior, es en realidad solo la punta del clítoris y se divide en dos “raíces” que puede ser de aproximadamente cuatro pulgadas de largo.

Además, esta región puede variar dependiendo de cada mujer, lo cual explica por qué con frecuencia puede ser difícil de localizarla. Sin embargo, cuando se estimula, el punto G puede ocasionar la eyaculación femenina (sí, esto es real) y ayudar a las mujeres a lograr un orgasmo vaginal.

¿Cómo lo puedes encontrar?

Encontrar el punto G puede ser difícil, especialmente ya que no está realmente en ningún mapa del cuerpo humano. Eso no significa que sea imposible. En lugar de buscarlo durante una actividad sexual con la pareja, es más fácil localizar el punto G durante la autoexploración.

Si tratas de buscar tu punto G, empieza por relajarte. A medida que empieces a explorar tu cuerpo, haz lo que se sienta mejor para ti. Cuando estés lista, empieza a masajear la abertura de tu vagina antes de insertar tus dedos o un juguete sexual.

Luego, utilizando tus dedos o un juguete, sube hacia tu ombligo en un movimiento “ven acá”. Recuerda, no estás intentando tocar un botón específico, sino encontrar lo que se sienta mejor para ti en esa región en general. Repite el movimiento a medida que se genere sensación, y en lugar de un movimiento de entrada y salida, mantén enfocada tu atención en esta área.

Al igual que con otras zonas erógenas, las preferencias varían según la persona. De hecho, una revisión de 2016 hace énfasis en que los orgasmos no son iguales para todos, así que no existe una forma correcta o equivocada para el orgasmo.

No todas las mujeres encontrarán satisfacción a través de la estimulación del punto G y eso también está bien. Recuerda que la masturbación es completamente normal y puede ser una parte saludable de cualquier relación. Al tomarte el tiempo para explorar tus propias preferencias, puedes usar esa información para indicarle a tu pareja sobre lo que tú disfrutas más durante las relaciones sexuales.

Las mejores posiciones sexuales para estimular el punto G

Si quieres estimular el punto G durante las relaciones sexuales, existen ciertas posiciones que funcionan mejor que otras. Prueba posiciones que te permitan tener un poco más de control sobre tus movimientos para que puedas determinar qué tipos de estimulación disfrutas más. Aunque existen muchas posiciones sexuales que pueden ayudarte a lograrlo, a continuación, encontrarás tres para que las pruebes.


Vaquera

Pide a tu pareja que se acueste boca arriba, luego colócate encima y móntala. Esta posición te permite tener el control total sobre el ritmo, profundidad y ángulo de penetración para que puedas enfocarte en encontrar tu punto G.

En lugar de moverte hacia arriba y abajo, prueba moverte hacia atrás y adelante para estimular la región del punto G contra la pared interior de tu vagina. Combinarlos también puede ayudar, así que no temas experimentar con diferentes velocidades y ángulos.


Estilo perrito

El estilo perrito es otra maravillosa forma de lograr una penetración más profunda durante las relaciones sexuales. Es fácil variar el ángulo para encontrar tu punto G.

Empieza sobre manos y rodillas con tu pareja detrás de ti. Durante la penetración, intenta recostarte sobre tus antebrazos o empujar tus caderas hacia atrás para cambiar el ángulo hasta que encuentres la posición que funcione mejor para ti. Si lo deseas, prueba una variación diferente al acostarte boca abajo con tus piernas colgando del borde de la cama, lo que permitirá que tu pareja se pare detrás de ti y penetre desde allí.


Posición misionera cerrada

Una variación de la clásica posición de misionera, esta posición te permite una mayor estimulación sin la profundidad de la penetración. Empezarás de espalda en la posición de misionera antes de juntar tus piernas. Luego, las piernas de tu pareja deberán montar las tuyas, lo que permite una mayor presión. Aunque esta penetración superficial no permite tanta profundidad, sí crea una sensación más fuerte y mayor fricción contra tu punto G, así que podría ser la forma perfecta de ayudarte a lograr un orgasmo.