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La ejecución de un prisionero en Estados Unidos que renueva los cuestionamientos sobre la pena de muerte

por Redacción
30-10-2021

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Antes de ser declarado muerto, un prisionero condenado a la pena de muerte sufrió numerosas convulsiones durante su ejecución en Estados Unidos la tarde del jueves.

John Grant, un afroestadounidense de 60 años, recibió la inyección letal en una prisión de Oklahoma, en el sur de EE.UU., tras ser sentenciado a muerte por asesinato en 1999.

Una decisión de última hora dela Corte Suprema de EE.UU. autorizó el procedimiento.

Fue la primera muerte de un prisionero en los últimos siete años en ese estado, desde que una serie de ejecuciones fallidas llevaron a una moratoria temporal de la pena capital.

La manera en que murió Grant, sin embargo, ha vuelto a generar cuestionamientos sobre los métodos en que se aplica la inyección letal en Estados Unidos.

El prisionero vomitó y convulsionó "dos decenas de veces" antes de quedar inconsciente y recibir un coctel de fármacos que terminó con su vida.

El Departamento de Correccionales de Oklahoma dijo que el procedimiento se desarrolló según lo planeado.

"La ejecución del preso Grant se llevó a cabo de acuerdo con los protocolos del Departamento de Correccionales de Oklahoma y sin complicaciones", dijo el director de comunicaciones Justin Wolf en un comunicado.

Pero lo que atestiguaron algunos periodistas cuestiona la declaración oficial.

Grant cumplía una pena de 130 años de cárcel por varios robos a mano armada cuando en 1998 asesinó a Gay Carter, una empleada de la cafetería de la prisión.

Testigos declararon que Grant llevó a Carter hasta un armario que se utilizaba para almacenar utensilios de limpieza y la apuñaló 16 veces con un arma hechiza.

Fue condenado a muerte en 1999, un año después del asesinato.

Entró a la cámara de la muerte la tarde del jueves luego de la última decisión de la Corte Suprema.

Dan Snyder, un periodista de la cadena Fox, fue testigo de la ejecución junto con otros cinco reporteros.

Explicó que inmediatamente después de que le fue administrada la droga para sedarlo, midazolam, Grant comenzó a convulsionar. "Tanto así que la parte superior de su espalda se levantó repetidamente de la camilla".

"A medida que continuaron las convulsiones, comenzó a vomitar varias veces en el transcurso de los siguientes minutos. El personal médico ingresó a la cámara de la muerte para limpiar el vómito de Grant, quien aún respiraba", continuó.

Un minuto después, el prisionero recibió el segundo y tercer fármaco para detener su sistema respiratorio y cardíaco.

A las 4:20 pm, el personal médico revisó el pulso y miró las pupilas de Grant.

"Un minuto más tarde, a las 4:21 pm, el director del Departamento de Correccionales de Oklahoma, Scott Crow, entró en la habitación y declaró que la ejecución se había completado", explicó Snyder.

Su testimonio es similar a otros descritos por periodistas, incluido el de Sean Murphy, de la agencia AP, quien explicó a sus colegas que Grant convulsionó "unas dos docenas de veces, de cuerpo entero".

Aseguró que no había visto algo así en las 14 ejecuciones que ha atestiguado.