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Xóchitl y el PRI

por Federico Barrueto
21-11-2023

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Xóchitl le ha tocado conocer a lo largo de su vida política la peor cara del PRI. Hay experiencias traumáticas. Para López Obrador fue la elección presidencial de 2006, que hasta hoy día no supera y su presidencia está marcada por sus fijaciones y rencores de dicho proceso electoral. Igual sucedió con Xóchitl en la elección de gobernador de 2010 en Hidalgo, siendo gobernador Miguel Osorio Chong, una contienda en la que enfrentó al priismo rudo y duro, perdió por una diferencia menor y como con López Obrador el desenlace adverso es mucho más amargo cuando se tiene la certeza de que se habría ganado en una contienda justa.

El Frente requiere del PRI, de sus votos y de su dirigencia, que no son lo mismo. El PRI viene a la baja y en muchas partes es una fuerza política disminuida, casi irrelevante, pero en otras persiste y resiste. El problema es su desprestigio histórico y la forma en que la actual dirigencia ha lidiado con el problema y con las divisiones internas. La dupla Rubén Moreira y Alejandro Moreno resuelven con machete en mano, con el cálculo que su tránsito a futuro se los dará una representación legislativa sometida no un partido cohesionado. Xóchitl, el Frente y el PAN les dejan hacer sin importar el costo al proyecto común.

M&M nunca han creído que se pueda ganar la elección presidencial. Su realismo les lleva a creer que una buena campaña presidencial incrementará el porcentaje de votos del PRI y algunos triunfos distritales y alcaldías. En ninguna parte disputan gubernatura y entienden que los votos significan diputados de representación proporcional y senadores. Sus cuentas alegres son superiores a veinte por ciento, pero bien puede ser debajo de quince, incluso MC podría superarles.

SDP