José Luis Camacho Acevedo

Después de una semana llena de declaraciones muy controvertidas y del ridículo que le hizo pasar Cuauhtémoc Blanco al no llenar el estadio en el que Claudia Sheinbaum se reuniría con la militancia de Morena en el estado de Morelos; la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, aprovechó el mencionado bache temporal de la morenista y con acciones bien coordinadas y con reclamos a la 4T llenos de sentido social, redujo sustantivamente la ventaja que le lleva en las encuestas Claudia Sheinbaum.

Sheinbaum la verdad que no fue muy clara en lo que sería su política para combatir la violencia, en todos sus géneros, y lo mismo la escuchamos declarar que “contra el crimen  organizado no habría mano dura”, que decir que lucharía porque las mujeres dejarán de ser víctimas de vejaciones.

En el equipo de Sheinbaum están desconcertados por la falta de acción de la dirigencia nacional cuyo presidente testimonial es Mario Delgado en asuntos de selección de candidatos como de coordinación de las campañas, sobre todo la presidencial y las que buscan que Morena tenga una mayoría calificada en la próxima legislatura, cosa que la verdad ya con diez de campaña formal y más de un año de campaña disfrazada o de mañaneras o de acciones meramente asistencialistas. Una falta de acción, que desconcierta tanto a candidatos como a los diferentes equipos de campaña y que causa inmovilidad o falta de reacción ante un evidente reagrupamiento de los coordinadores de diversos temas de Xóchitl Gálvez.

Por esos rumbos anda la información de varios expertos de medición pública en los que ya existe el apuntamiento que la “gran ventaja” que tenía Claudia sobre Xóchitl, sea cual ésta fuere, se ha reducido de una manera sustantiva.

López Obrador insiste en parecer ser el dueño de la campaña de Claudia. Los corifeos de López poco ayudan a la aspirante presidencial con sus alabanzas, por demás obsequiosas, a todo lo que hace el habitante de Palacio Nacional por más impopulares que sus dichos sean.

Y esos corifeos que trabajan para AMLO, no reparan en los hechos tan relevantes como el que Xóchitl esté creciendo o que Sheinbaum se vea bastante acorralada por el discurso diario del presidente.

Y mientras la problemática más sensible entre la gente sigue sin resolverse: canasta básica por los cielos, violencia cada vez más agresiva que se exhibe con singular desfachatez, y una actitud ante los vecinos del Norte, Estados Unidos y Canadá, que parece alejarnos de nuestros más importantes socios en materia comercial y de control migratorio sin motivo alguno.

¿Habrá quien le diga la verdad de lo que está pasando a Sheinbaum?

EN TIEMPO REAL.

1.- El candidato a diputado federal por Morena, Luis Miranda Barrera —quien es hijo del compadre del expresidente de Enrique Peña Nieto, Luis Miranda Nava—, agradeció este sábado su “apoyo incondicional” a Claudia Sheinbaum, aspirante presidencial de la coalición Sigamos Haciendo Historia. Miranda Barrera difundió este sábado un video a través de sus redes sociales en el que se le ve junto a Sheinbaum, y en el que la morenista llama al voto a favor del candidato a una diputación federal en el Estado de México.

2.- El dirigente del PAN, Marko Cortés, presumió que a diferencia de la candidata de Morena-PT-PVEM, Claudia Sheinbaum, quien ha cancelado eventos, la aspirante de Fuerza y Corazón por México a la Presidencia, Xóchitl Gálvez, no “rehúye” de ningún público. “La candidata oficialista ha cancelado su participación en diversos foros, mientras que Xóchitl Gálvez no rehúye a ningún tipo de público por difícil que parezca”, señaló en un comunicado desde el domingo el dirigente blanquiazul.

3.- . La película “Oppenheimer“, del director Christopher Nolan, fue galardonada este domingo como la mejor película en la edición de los premios Óscar de este año.

La favorita de la noche, “Oppenheimer“, empezó la noche sin fuerza para encabezar las nominaciones, con 13 en total, y obtuvo en las primeras categorías sólo la de mejor actor de reparto con Robert Downey Jr., quien interpretó a Lewis Strauss. En esta ocasión no hubo ningún cineasta o actor mexicano que recibiera la preciada estatuilla. Brillaron por su ausencia los tres grandes Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón, Alejandro González Iñárritu. Y se quiso colar el oportunista  de Eugenio Dérbez que nunca será del nivel de ellos.