logo
header-add

Los fantasmas de la nación

por Javier Treviño
11-02-2023

Comparte en

El 26 de enero pasado, “El fantasma de la ópera” celebró su 35° y último aniversario en Broadway. Le quedan menos de cien funciones antes de su cierre en abril. Muchos extrañarán el logotipo de la máscara en el exterior del Teatro Majestic de Nueva York. Es un símbolo reconocido internacionalmente. El extraordinario musical ganó el cariño de fanáticos en todo el mundo. Será una obra inmortal en la historia del teatro estadounidense.

El 16 de septiembre de 2022 se había anunciado que el cierre de “El fantasma de la ópera” en Broadway sería el 18 de febrero de 2023. Luego se dijo, en noviembre, que debido a la demanda sin precedentes de boletos, la obra se extendería dos meses, con una nueva fecha de cierre definitivo: el próximo 16 de abril.

“El fantasma de la ópera” fue una vez más el espectáculo más taquillero de Broadway hace unos días. Recaudó casi 2.5 millones dólares en la semana que terminó el 29 de enero, superando a Funny Girl ($1,872,862) y Hamilton ($1,871,921). El musical de Andrew Lloyd Webber en el Majestic experimentó un notable resurgimiento en el interés (y en la taquilla) desde que anunció que se va. A principios de enero, la obra reportó su espectador número 20 millones desde su apertura en 1988.

“El fantasma de la ópera” es una historia clásica de amor, obsesión y misterio que ha cautivado al público durante más de un siglo. La historia está basada en la novela de 1910 “Le Fantôme de l’Opéra” del autor francés Gaston Leroux. La novela se publicó por primera vez como una serie, en una revista francesa, y luego en forma de libro. “El fantasma de la ópera” está ambientada en la Ópera de París, a fines del siglo XIX.

El personaje del “fantasma” es una de las figuras más icónicas del teatro musical y ha sido interpretado por muchos actores en varias producciones a lo largo de los años. El “fantasma” se representa como una figura misteriosa que es a la vez temida y respetada por las personas que trabajan y actúan en el teatro de la ópera. A pesar de su talento y genio musical, el “fantasma” se ve impulsado a buscar venganza contra el teatro de la ópera porque siente que su talento ha sido descuidado y desatendido por el establecimiento.

La producción original de “El fantasma de la ópera” se inauguró en el West End de Londres en 1986 y, desde entonces, se ha convertido en uno de los musicales más populares y de mayor duración de todos los tiempos. La obra se ha representado en varios idiomas y ha sido vista por millones de personas en todo el mundo. El musical ha recibido numerosos reconocimientos, incluidos varios premios Tony y Olivier. La partitura de “El fantasma de la ópera” es una de las más reconocidas y populares del teatro musical, y muchas de sus canciones, como “Música en la noche” y “Todo lo que pido de ti”, se han convertido en clásicos atemporales. El poder de su música es verdaderamente trascendental; es cautivador y conmueve de una manera profunda.

“El fantasma de la ópera” es un musical que cuenta la historia de una figura misteriosa que ronda la Ópera de París y se obsesiona con una joven soprano llamada Christine. Las lecciones del musical incluyen temas como el poder de la obsesión y sus consecuencias destructivas; la importancia de valerse por uno mismo y seguir los sueños; los peligros de ceder al miedo y permitir que controle la propia vida; el poder de la música y su capacidad para unir a las personas y evocar emociones; el poder transformador del amor y su capacidad para sacar lo mejor de las personas. En última instancia, el musical explora la psique humana y los extremos a los que las personas llegarán para cumplir sus deseos y buscar la redención.

Sin embargo, me parece que la obra también nos deja varias lecciones políticas valiosas que son relevantes en el conflictivo entorno en que vivimos.

Es muy peligroso ignorar las necesidades y los deseos de los oprimidos. El “fantasma”, que se representa como una figura trágica, busca venganza contra la Ópera porque siente que sus talentos han sido descuidados y desatendidos. Esto puede interpretarse como una metáfora de la forma en que las sociedades a menudo ignoran las necesidades y los deseos de los grupos marginados, con consecuencias desastrosas. La obra sirve como una advertencia de que ignorar los agravios de los oprimidos puede provocar disturbios y conflictos, y que es importante escuchar las voces de quienes sienten que han sido relegados.

Debemos tener cuidado con la manera en que tratamos a los demás. El “fantasma” no nació malvado. Fue el rechazo y la tortura que enfrentó de su propia madre y de su clan lo que sirvió para moldearlo en una bestia. La desfiguración de su rostro no fue algo que él eligió. Cuando todos los demás reaccionaron de manera tan negativa y cruel por su apariencia física, se convirtió en un personaje oscuro. Sin embargo, detrás de su apariencia dura, hay una criatura que sufre y que sólo anhela ser amada y apreciada. Debemos aprender a abrazar a los que son diferentes y no tratarlos precipitadamente o con crueldad. Podemos llegar a arrepentirnos amargamente si no lo hacemos.

Es muy importante asegurar la transparencia y la rendición de cuentas en las instituciones de poder. La Ópera se representa como un lugar donde las decisiones se toman a puerta cerrada, sin tener en cuenta las opiniones de quienes trabajan y actúan allí. Esto puede interpretarse como una crítica de la forma en que las instituciones de poder suelen operar en el mundo real, donde las decisiones las toma un pequeño grupo de élite con poca responsabilidad ante el público. La obra sugiere que la transparencia y la rendición de cuentas son cruciales para la salud y el bienestar de las instituciones de poder, y que la ausencia de estas cualidades puede conducir a la corrupción y el abuso.

La creatividad y la libertad de expresión son fundamentales en una sociedad. El Fantasma se representa como un compositor talentoso cuya música es un reflejo de su alma. Su lucha para que su música se escuche es una metáfora de la importancia de permitir que las personas se expresen libremente. Esto puede interpretarse como un recordatorio de la importancia de proteger la libertad de expresión, incluso cuando esa expresión pueda ser controvertida o desafiante. La obra sugiere que suprimir la creatividad y la expresión puede tener un efecto perjudicial en las personas y en la sociedad en su conjunto, y que es importante permitir que las personas persigan sus pasiones artísticas.

“El fantasma de la ópera” es mucho más que una obra clásica de ficción. Los políticos de una nación que pretende transformarse podrían aprender y reflexionar con este musical. Es mucho más que un triángulo amoroso centrado en un teatro de ópera embrujado. Tiene un gran valor porque nos ofrece lecciones valiosas para esta época de polarización, llena de fantasmas.

Los fantasmas de la nación son aquellos eventos o personajes del pasado que siguen influyendo en la cultura y la identidad de un país en el presente. Estos fantasmas pueden ser figuras históricas, conflictos políticos o culturales, o leyendas populares que han sido transmitidas de generación en generación. A menudo, estos fantasmas simbolizan un aspecto fundamental de la identidad nacional, y su presencia en la cultura popular puede ser una fuente de orgullo o de vergüenza.

En muchos casos, los fantasmas de la nación son un reflejo de las tensiones y conflictos que han marcado la historia de un país. “Los fantasmas del pasado son el reflejo de los errores y los conflictos de una nación. Debemos recordarlos para no repetirlos en el futuro, y para honrar a aquéllos que han luchado antes que nosotros”. Esta cita de Nelson Mandela destaca la importancia de reconocer y confrontar los fantasmas de la nación para construir un futuro más brillante y unir a la nación.