José Luis Camacho Acevedo.
Por considerarlo un documento que revela la condición del
autoritarismo con el que la 4T, con la Reforma Judicial de AMLO, trata de
eliminar la división de poderes en México, transcribimos la exposición de
motivos de la renuncia presentada por el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.
Alfredo Gutiérrez Ortiz
Mena
Presidente de la Mesa
Directiva de la Cámara de Senadores
Senadoras y Senadores
de la República
El 27 de noviembre de 2012 acepté la distinción de servir
como Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Desde el principio,
sabía que ser juez constitucional implicaba algo más que interpretar textos
legales, implicaba mantener viva la promesa de justicia en un Estado democrático.
La Constitución, al igual que el derecho, no es solo un conjunto de normas,
sino una estructura de principios destinada a proteger a todos, especialmente a
quienes carecen de voz o respaldo popular.
Hoy me enfrento a una reforma constitucional que acorta el
mandato para el cual fui investido. Se me presentan dos opciones: someterme a
un proceso de elección popular o presentar mi renuncia. No me considero un
candidato adecuado para un cargo que dependa del apoyo popular. Si bien mi
trayectoria y capacidades me califican para la judicatura, es en esa labor -para
la que me siento más apto-donde la función no consiste en validar la voluntad de las mayorías, sino en
resguardar los derechos de quienes más lo necesitan.
Por ello, he decidido presentar mi renuncia. Lo hago dentro
del plazo establecido en el séptimo transitorio de la reforma, no por haber
descubierto en una vocación repentina por la puntualidad, sino porque la norma
es clara: si no renuncio en tiempo, entraría bajo la hipótesis del tercer párrafo
del artículo 98 de la Constitución, que existe causa grave para justificar una
renuncia extemporánea. Y aunque podría improvisar una tragedia menor para
cumplir con esa formalidad, la verdad es que no poseo tal causa grave.
Es necesario subrayar que esta renuncia no implica una
aceptación tácita de la constitucionalidad de la reforma. Procedo conforme a la
presunción de validez que toda norma merece mientras no sea revocada por un
tribunal competente. Pero, como tantas cosas en el derecho, esa presunción es
provisional, frágil y tal vez destinada a desaparecer cuando la Corte emita se
juicio final. Hasta entonces, seguiré las reglas vigentes.
Por respeto a la Constitución que juré defender, mi
renuncia surte efecto el 31 de agosto de 2025. Hasta ese día, continuaré cumpliendo
mis responsabilidades con la integridad que he intentado mantener desde mi primer
día en este cargo.
Renuncio, no como quien abandona una tarea inconclusa, sino
como quien entiende que los cargos públicos son préstamos temporales,
conferidos para ser desempeñados con decoro mientras dure el encargo. El único
lo que me permito al dejar este puesto es hacerlo con la serenidad de haber
sido fiel a los principios constitucionales que guían esta labor. Al final, el
verdadero triunfo no es aferrarse al cargo, sino saber cuándo dejarlo con
gracia, consciente de que nadie es indispensable, solo libre.
EN TIEMPO REAL
1. Muy mal se ve el trapecista senador Javier Corral al
promover abiertamente al también ex panista Jesús González Schmal para que sea
el nuevo presidente de la CNDH. Todo porque ya le resultó imposible a la 4T
mantener en el cargo a la inepta Rosario Piedra.
2. Otra vez el poderoso rotativo de Estados Unidos, The New
York Times, publicó en su primera plana de ayer la información de la crisis de
seguridad que se vive en el estado de Sinaloa. El todavía gobernador Rubén
Rocha Moya, confía en que le seguirán funcionando sus compromisos con
organizaciones criminales y el pasado régimen de la 4T.
3. En Tecpan de Galeana en Guerrero, la violencia sigue
desatada. Siguen entrando al municipio civiles armados. Son los mismos que
desde hace seis días tienen en la inseguridad más alta a la población de Tecpan
y de Coyuca de Benítez. Mientras el poder tras el trono en Guerrero, el cínico
de Félix Salgado Macedonio.