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Trump quiere construir una economía de guerra: ¿México que vende?

por José Luis Camacho
23-06-2025

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José Luis Camacho Acevedo

Los especialistas que analizan las consecuencias económicas que traerá para el mundo el conflicto bélico que ha desatado Donald Trump con sus ataques a los blancos de Irán donde se ubican sus centros de concentración de uranio, son en el sentido de que se ha creado ya una economía de guerra.

En una economía de guerra, que para Trump puede ser una salida a los problemas económicos que aquejan a su país, en la que ganarán los productores de aluminio, acero, petróleo, gas, armas y equipos aéreos y marítimos.

En América Latina países como Venezuela y Guyana, poseedores de grandes reservas petroleras, sin duda que son potenciales beneficiarios de la llegada de una economía de guerra en el contexto internacional.

La pregunta para México, al observar el mencionado escenario de una economía de guerra, es ¿y nuestro país qué vende en ese mercado de encrucijada, pero de gran valor?

La paraestatal PEMEX tiene un problema muy serio en sus finanzas. La refinería de Dos Bocas sigue sin producir el crudo que ahora podría estar exportando.

No será pues la venta del petróleo el aprovechamiento de México en la economía de guerra de Trump.

A Trump le interesa de manera especial el control de los mercados de energía.

Por ello ayer conocimos, ya alrededor de la noche, la siguiente noticia publicada por el Washington Post.

Para sorpresa de todos, Donald Trump ha decidido destituir a Christopher Hanson de su cargo de presidente de la Comisión Reguladora Nuclear (NRC).

A top nuclear safety regulator was fired by the White House in a two-sentence email Friday night.He says his firing is illegal.

Según el Washington Post, Hanson se enteró de la noticia a través de un escueto correo electrónico, un método ya habitual en la administración Trump. Dice que fue despedido sin una buena razón, a pesar de que se supone que el cargo es neutral e independiente de la política.

Y México sigue entrampado con las negociaciones sobre aranceles y el desarrollo de la política migratoria de Trump que lleva ya a más de 1400 mexicanos detenidos, negociaciones que, en lo inmediato, es decir en el tiempo de la economía de guerra creada por el mandatario norteamericano, no pintamos como beneficiarios.

En cambio, se cometen errores significativos en la relación de México con Estados Unidos.

Jorge Zepeda Patterson dice con muy buen tino:

“La primera impresión fue que Claudia Sheinbaum dejó escapar una oportunidad única. Trump le sugirió por teléfono, tras suspenderse en Canadá lo que habría sido la primera cita personal entre ellos, que en su paso de regreso a México se detuviera en Washington. Ella prefirió declinar alegando que la agenda estaba complicada pero que podrían programar la reunión lo más pronto posible. Palabras más, palabras menos, así lo informó ella misma en la siguiente mañanera sostenida ya en México.”

Ante un escenario de economía de guerra, nuestra mandatarias prefirió, en las palabras de Zepeda, patear el bote, y no aprovechar esa circunstancia para explorar qué lugar podría tener México en el escenario comercial con el creador de la circunstancia económica en boga.

¿Habrá sido la mejor decisión?