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Triunfa Milei y arrancan Claudia, Xóchitl y Samuel

por Felipe León López
28-11-2023

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Lo advertimos en mayo de este año en la columna “El desgaste de la marea rosa y las derechas que vienen de regreso”: las victorias electorales de candidatos progresistas en América Latina podría estar en su punto de inflexión por el avance que estaban teniendo los partidos y movimientos de las derechas. Y vaya que sí han avanzado, porque ahora mismo nos sorprendemos con el triunfo del anarco-ultraderechista-liberal Javier Milei en Argentina, pero antes los partidos de izquierda habían sido derrotadas en Ecuador, donde el correísmo envuelto en escándalos y hechos de sangre fue desplazado; ni qué decir de la derrotada alianza del presidente Petro en las elecciones regionales de Colombia, también debilitada por escándalos de vinculaciones con el crimen y, bueno, siguen su marcha las crisis de los gobiernos de Chile, Bolivia, Nicaragua y Venezuela. Punto aparte es el caso de Guatemala, donde quieren impedir el ascenso al poder de Bernardo Arévalo.

 

Así, toca el turno a nuestro país, en que el lopezobradorismo llamado Cuarta Transformación juega sus cartas para tener como prioridad ganar no sólo la presidencia de la República, sino la mayoría absoluta del Congreso de la Unión y la jefatura de Gobierno de la CDMX.

 

Por cuestiones legales, dicen que llegamos al arranque de las pre campañas de las pre candidaturas únicas de quienes ya han registrado sus nombres ante el Instituto Electoral, aunque en realidad ya son campañas presidenciales: Claudia Sheinbaum Pardo, por la coalición Juntos Haremos Historia; Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz, por el Frente Amplio por México, y Samuel Alejandro García Sepúlveda, del Movimiento Ciudadano; y aún falta por ver si José Eduardo Verástegui Córdoba alcanza a reunir las 800 mil firmas para su registro como candidato independiente.

 

En este arranque podemos resumirlo así:

 

Claudia trazó el plan maestro del segundo piso de la Cuarta Transformación, coopta adversarios, amarra compromisos con las élites empresariales y se vuelca al pragmatismo total con el fin de que la elección del 2024 se conquiste también la mayoría de los diputados y senadores.

 

Xóchitl se ha corrido del centro a la derecha conservadora, con sus claudicaciones a derechos de la mujer y ahora con el respaldo a Milei; repite mismo guión de hace cuatro meses en sus redes sobre su ascenso económico personal y, sus coordinadores la están siendo llevada a caminar por los terrenos pestilentes del oportunismo en Iztapalapa y en Coyuca de Benítez que son más leídos como ocurrentes provocaciones que como estrategia y tácticas bien razonadas.

 

Por su lado, Samuel graba comerciales de autos eléctricos dirigido a consumidores e influencers buena onda sin ideas políticas, pero no a los ciudadanos que esperan alguna razón para votar por él.

 

 Y Eduardo Verástegui, pues aprovecha las olas que desata Donald Trump y Javier Mileni para hacerse sentir como el “elegido” por los ciudadanos de buenas costumbres.

 

El triunfo del argentino Milei y de los candidatos de la derechistas latinoamericanas han entusiasmado a la oposición en México y creen que podrían llevarse un sorpresivo triunfo en el 2024.

 

La realidad, por el momento, es que aunque Claudia Sheinbaum habría llegado al tope de las preferencias, su principal contendiente, Xóchitl Gálvez ha ido cosechando errores tras errores y la simpatía de su espontaneidad inicial, por ser gente de pueblo, de barrio y que le va al Cruz Azul, definitivamente se ha esfumado.

 

Cuando fue anunciada su intención presidencial, allá por junio del presente año, Xóchitl llegó a tener más de 80 millones de menciones en las conversaciones de redes sociodigitales semanalmente contra alrededor de 60 millones de Sheinbaum. En la última medición de MWGroup Claudia se mantiene con los mismos 60 millones, mientras que Gálvez bajó a menos de 20 millones. A nivel de encuestas, no han existido alteraciones: Claudia supera entre los 25 y 35 puntos a Xóchitl, bajo cualquier medición demoscópica seria.

 

El saldo de las operaciones cicatriz pesaron más negativamente en la oposición que en la alianza oficialista, que sólo tuvo que lamentar la ausencia de Marcelo Ebrard en registro de Sheinbaum, pues su grupo se ha disciplinado al interior del morenaje. Por ahora nada que augure éxito a la construcción de un movimiento interno en su partido, al menos en el corto plazo.

 

Por su parte, desde la presentación del Frente Amplio por México, integrada por el PAN, PRI y PRD, así como su supuesta alianza con “Sociedad Civil” y el “Frente Cívico Nacional”, que son ellos mismos, la acumulación de errores han destacado más que aciertos, traducidos en la expulsión y deserción de senadores, diputados y ex gobernadores del PRI. Y a ello sumar a voces impresentables como Vicente Fox, Margarita Zavala (cuyo nombre se vincula en automático a Felipe Calderón), Roberto Madrazo, Javier Lozano, Carlos Alazraki, Francisco Javier Cabeza de Vaca, entre otros. Xóchitl naufraga sin una coordinación de campaña, sin figuras de peso y sin personajes que atraigan en lugar de que repulsen. Y por si fuera poco, la obligación de la partidocracia de llevarla a la derecha la han desdibujado en su autenticidad. ¿Regresará a ser quien era? ¿Será suficiente para que recupere rumbo y la comisión de jalar votos para los aspirantes a legisladores, gobernadores y alcaldes? Lo dudamos, pues en la imposición de Santiago Taboada en la CDMX ni siquiera fue tomada en cuenta.

 

 A casi siete meses de la elección del 2 de junio de 2024 faltan muchos tramos por recorrer: que se mantenga, en principio la estabilidad social y económica; que los factores de poder guarden sus armas y permitan que los ciudadanos decidamos en libertad, a pesar de las guerras de encuestas, de campañas sucias, de exposición de ideas y propuestas de gobierno, de incidencia del crimen organizado, de gobiernos y actores políticos extranjeros. México es un país grande y necesita seguir siendo grande, unido, plural y democrático pésele a quien le pese.

 

 

Milei, anarcoliberal… Así lo llamaron varios diarios y portales argentinos. Respecto a la resistencia del grupo en el poder, el escritor Juan Eduardo Oda comentó: “La fórmula del fracaso es la misma. Antes de las elecciones el ministro Massa le lanzó maní a sus monos bajando el impuesto a la renta, dando un bono a los jubilados y subiendo los sueldos a los del gobierno… y bueno, más de la mitad de la población recibe bonos del Estado generando una dependencia enfermiza que hunde al país y hace bailar al populacho al ritmo del peronismo al punto que muchos votaron a Massa, es decir, al mismo genio de la economía que tiene a Argentina con una inflación del 140% y una pobreza de más del 40%.” Y a pesar de todo, se perdió la elección y se dio un salto al vacío, dicen otros por la interrogante que significa un actor antisistémico como Milei.

 

 Los bastones de Claudia y de Clara… El encuentro del 9 de noviembre en la Arena México se registró un interesante mensaje, porque las bases morenistas incontenibles coreaban “Clara ya ganó- Clara ya ganó” mientras Claudia llamaba a la unidad. Ese día, quizá el bastón de mando del lopezobradorismo fue entregado por las bases a Brugada y quizá aún no se ha dado cuenta.