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Sergey Savelyev, el preso que filtró cientos de videos de supuestos abusos en prisiones de Rusia

por Redacción
22-10-2021

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Sergey Savelyev no parece ser alguien que haya pasado ocho años en una prisión rusa, recopilando en secreto videos de supuestas torturas y palizas a los reclusos.

De baja estatura, este bielorruso de 31 años dice que ahora, por primera vez en semanas, puede dormir un poco mejor. Ha solicitado asilo en Francia, después de huir de Rusia, donde temía por su seguridad.

Ahora admite abiertamente que él fue el informante que entregó más de 1.000 videos al grupo ruso de derechos humanos Gulagu.net.

Los videos, que Savelyev obtuvo mientras trabajaba en una oficina de la prisión en la que cumplía su condena, causaron indignación en Rusia cuando aparecieron en internet a principios de este mes.

Tras la difusión del material, las autoridades rusas anunciaron el inicio de investigaciones penales sobre presuntas torturas y agresiones sexuales en las cárceles y han despedido a varios altos funcionarios penitenciarios.

Gulagu.net dijo que los videos no solo documentan golpizas, violaciones y humillaciones a las que han sido sometidos los reclusos, sino que también demuestran la naturaleza endémica del abuso dentro del sistema penitenciario.

El mes pasado, lo detuvieron en el aeropuerto de San Petersburgo cuando viajaba a Novosibirsk. En el mostrador de facturación, hombres vestidos de civil comenzaron a interrogarlo.

Dijeron que sabían todo sobre su correspondencia con Vladimir Osechkin, director de Gulagu.net.

"Me dijeron que me habían estado vigilando durante seis meses. Me amenazaron con encarcelarme por traición durante 20 años", dijo Savelyev.

Afirmó que los hombres le advirtieron que "moriría muy rápido" en la cárcel.

"Primero, confesarás todo y, luego, te encontrarán muerto en una celda", dijo, citando a los hombres que se le acercaron.

La alternativa que tenía para evitar que esto le ocurriera era cooperar con la investigación y admitir que Gulagu.net era una organización "financiada con fondos extranjeros" que lo había puesto a reunir pruebas para "desacreditar al servicio penitenciario ruso".

En ese caso, podría salir de la cárcel al cabo de cuatro años.

"La verdadera elección era entre la vida y la muerte. Yo elegí la vida", dice Savelyev.

Asegura que firmó algunos papeles acordando cooperar con las autoridades y le dejaron irse.

"Probablemente pensaron que no me atrevería a escapar". Pero sí lo hizo.

Tomó un minibús de Rusia a Bielorrusia y luego, haciendo escala en Túnez, viajó a Francia. Una vez en la zona de tránsito del aeropuerto Charles de Gaulle de París, buscó la ayuda de la policía.