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Los buenos deseos para el 2024

por Felipe León López
17-01-2024

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Estábamos haciendo nuestros planes, 

pero olvidamos que el destino también tiene planes.

Fiódor Dostoyevski

 

Este comentario llega tarde a las cartas de buenos deseos de Navidad, a los propósitos de Año Nuevo y, para acabarla, a la lista para los santos reyes. Llega tarde porque vamos en el noveno día del bisiesto año de 2024 de 366 días; es decir, ya casi nos acabamos diez y vamos en cuenta regresiva.

 

Pese a lo anterior, y porque prácticamente este es un año político de principio a fin, muy complicado para nuestra región y para el mundo, en el cual habrán de celebrarse 80 elecciones en 75 países, destacando, por supuesto, la de los Estados Unidos, de, Rusia, la India, la Unión Europea y de nuestro México. Muchas cosas de nuestro futuro como país y como región estarán en juego, por lo que requerimos más elevar oraciones y buenos deseos: asumir nuestra responsabilidad histórica, netamente ciudadana, democrática, libre y sin tapujos. 

 

¿Qué lista de pendientes tenemos que empujar y evitar que se nos desmoronen los ánimos? Aquí una breve reseña de lo que queremos.

 

Uno. En política electoral, pedimos que en los procesos de renovación de gubernaturas, impere la pericia, el debate de altura y que ganen las mejores ideas, los mejores cuadros, los demócratas. No pedimos regresar al viejo modelo del carro completo, porque México debe mantener su pluralidad partidista, ideológica y su diversidad de pensamiento, por salud política, a nadie conviene regresar a un viejo esquema donde todo parecía estar dicho y predispuesto por un partido casi único. Así que deseamos que el gobierno federal y su partido no caigan en la tentación de una “elección de Estado”, como ocurrió con Vicente Fox, y eche por tierra lo que tantos años de lucha por una revolución democrática.

 

Dos. Preocupa mucho la política interna y la ausencia del liderazgo de quien debe conducirla. Es un tema que vemos con grave preocupación, pues la falta de oficio político retardó la integración de la Suprema Corte, los comisionados del INAI, los consejeros y funcionarios del INE, la falta de control de gobernadores y legisladores tanto locales como federales. Falta un líder de gabinete en el estricto sentido de la palabra, que tenga capacidad de garantizar la gobernabilidad y la gobernanza. Ya no puede haber tiempo para un ministerio del interior de adorno, superficial y sin liderazgo. Es la primera transición democrática de un gobierno de izquierda y no puede permitirse que los hilos estén sueltos como hasta ahora.

 

Tres. En política internacional hará falta mucha diplomacia y expertise porque hay guerras en medio oriente, habrá inestabilidad en la región, como pasa ahora en Ecuador y antes en el Perú, sin descontar lo que pudiera venirse en Argentina, Chile o Guatemala. Y, no es por preocuparlos, pero ahí viene Donald Trump por su segunda y más vengativa presidencia en los Estados Unidos de la mano de los más duros republicanos que sacarán brillo a toda su antimexicanidad para posicionarse. 

 

Cuatro. Si bien cerramos el 2023 con buenos números en el manejo  de la Macro economía, tan neoliberal como los últimos sexenios, que fuera reconocido por los propios organismos neoliberales financieros internacionales, hay que pedir que los responsables de la conducción del país sigan en la ruta y no caigan en la tentación de quitar alfileres a los indicadores que podrían generar incertidumbre e inestabilidad o que, en aras de un golpe de impacto electoral, se tomen iniciativas que acaben lo alcanzado hasta ahora. 

 

Cinco. Pidamos que los aspirantes presidenciales no abandonen la reactivación de la economía social, esa que ahora sufre las extorsiones del crimen, esa que no permite recuperarnos del todo de los efectos sociales de la peor pandemia del siglo. 

 

Seis. Por supuesto, a nadie la gusta ser portador de los peores escenarios, pero mientras no se atienda la agenda de riesgos de seguridad no podrán hacerse frente al violento cierre de 2023 y el sangriento inicio de 2024 con más de 300 homicidios dolosos. Hay graves situaciones en Guanajuato, Chiapas, Guerrero y Michoacán que no pueden desbordarse antes de las elecciones federales. Lo que pasa ahora mismo en Ecuador, donde el crimen organizado pasó de crímenes políticos a tomar instalaciones de medios de comunicación, a intimidar universidades y comunidades, es ejemplo de que no puede pasar en México. 

 

Siete. Queremos que más allá de los discursos que la política de salud pública sea atendida con seriedad y profesionalismo, pues hay voces de alerta de que podríamos enfrentar una nueva oleada de enfermedades globales. Ya basta de seguir con la cilindrada de que será el mejor sistema de salud en el mundo si en los hospitales públicos no tienen ni aspirinas. 

 

Ocho, en materia de derechos humanos, no pedimos mucho, sino empatía, compasión y un poco de sensibilidad de parte del gobierno federal con las víctimas de violencia generada por los narcotraficantes, mujeres que sufren violencia de género, contra las familias de desaparecidos y los abusos hacia migrantes. El humanismo tiene que ser humanitario, así de simple.

 

Y finalmente, el noveno en la lista, es vacunarnos de las noticias falsas, las fake news, las postverdades y otros tantos términos que se emplean ahora para la desinformación, deformación y manipulación de las conciencias que, sin duda, tendrán mucho auge con el uso de la inteligencia artificial a partir de marzo, cuando arranquen las campañas. 

 

 

La construcción de la agenda del 2024 está en cada uno de nosotros, en que hagamos lo suficiente como ciudadanos para que nuestro destino como país navegue con rumbo fijo y seguro. Muchas gracias, feliz año, aunque sea un poco tarde!!