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La mano que mece la cuna: la peligrosa obsesión de AMLO

por José Luis Camacho
30-12-2025

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La mano que mece la cuna: la peligrosa obsesión de AMLO

José Luis Camacho Acevedo.

La inteligencia política de Andrés Manuel López Obrador es, sin duda, superior a la que desarrollaron como ex mandatarios de México, sus antecesores inmediatos Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón y Vicente Fox.

Peña Nieto vive exiliado en España, abandonado por su última pareja, y sin tener la menor influencia en un PRI secuestrado por Alejandro Moreno y su pandilla.

De los que fueron sus principales colaboradores se ha sabido en los meses más recientes que Luis Videgaray es accionista de una importante empresa de inteligencia artificial de reciente creación, con sede en Miami y teniendo como socio a un hermando del yerno de Donald Trump, el influyente Jared Kushner.

Aurelio Nuño ha reaparecido haciendo fuertes críticas a la actual 4T, pero afectando muy poco al buque que comandan al alimón Alito y Rubén Moreira.

Felipe Calderón se ha convertido en un político errabundo (lo mismo aparece en Estados Unidos que en Europa)  o haciendo críticas directas a la 4T o indirectas a través de su esposa, la intrascendente diputada Margarita Zavala.

Para la actual dirigencia nacional del PAN, Felipe Calderón es un cero a la izquierda.

El inicio de la fallida guerra contra el narco y sus consecuencias en el presente, los gobiernos de la 4T se la siguen atribuyendo a Calderón Hinojosa.

Esa impensada decisión que hoy mantiene a México en el terror de vivir en medio de una lucha que ha dejado miles de muertos y que en Estados Unidos se nos considere un narco estado donde se impone la ley del crimen organizado.

Los más importantes niveles de gobierno en el vecino país, considera a los carteles mexicanos como organizaciones terroristas con todo lo que dar esa clasificación implica en materia de seguridad nacional.

Vicente Fox es el único expresidente que radica en México.

Desde su refugio en un caserío de San Francisco del Rincón, en el estado de Guanajuato, de pronto hace declaraciones, casi todas ellas sin destinatario bien identificado, pero siguiendo su ilusoria línea de ser el salvador de la democracia en nuestra nación.

Fox de plano la goza instalado en la vida loca.

Pero como expresidente López Obrador sigue siendo, la mayoría de las veces para mal, un actor en la escena política en la escena política de México.

Las ocurrencias que tuvo en su tiempo de primer mandatario hoy están teniendo graves consecuencias de estabilidad social para el país.

Acabamos de vivir con pasmo el descarrilamiento del tren interoceánico con un saldo de trece muertos y más de 50 heridos, algunos de ellos considerados de gravedad, y encontrarnos que fue AMLO quien decidió que fuera la Marina quien construyera y operara el mencionado del mencionado transporte.

Y vuelven a mencionarse en las irregularidades que, sin que se hayan iniciado los peritajes correspondientes, los nombres de los amigos y de los hijos de López Obrador.

El reclamo a la presidenta Claudia Sheinbaum, una petición que viene desde los más diversos sectores del país, es que de plano anule las pretensiones obsesivas de López Obrador de seguir siendo un factor en las decisiones políticas del país.

Que haga que AMLO se olvide de seguir siendo la mano que mece la cuna de la política nacional.

No influyentísimo, ni tráfico de influencias ligados al político de Macuspana es el reclamo nacional.

La existencia de un nuevo maximato en México es coyunturalmente imposible.

Lo impiden los contextos nacionales e internacionales de relación que nuestro país vive en este mundo radicalmente transformado.

La obsesión de seguir teniendo el poder político junto con la presidenta Sheinbaum es un factor psicológico que anula la inteligencia de AMLO.

La sociedad no acepta un poder político compartido. El poder político en México es unipersonal e indivisible.

AMLO debe ser aconsejado a tiempo de que debe retirarse, totalmente, de las decisiones políticas y sociales del país.

Es una tarea que deben cumplir aquellos que fueron favorecidos, en su momento, por AMLO y que deben evitarle caer en una condición como la que han padecido políticos obsesivos del talante de Nicolás Maduro, por citar un ejemplo que está en boga en los comentarios a nivel internacional.

Como dijo en una ocasión Don Fidel Velázquez condenando a los que quieren seguir en el poder aún cuando ya haya terminado su tiempo: EL QUE YA BAILÓ, QUE SE SIENTE.