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La libertad de expresión en México: ¿un mito genial?

por José Luis Camacho
19-06-2025

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José Luis Camacho Acevedo

Una vez discutía yo con el recordado viejo zorro de los medios de comunicación mexicanos, Don Pancho Galindo Ochoa, que más que el golpe dado al Excelsior que dirigía Julio Scherer García en el régimen de Luis Echeverría, la censura en México habría tenido su momento más crítico en el momento en que fue asesinado el columnista Manuel Buendía TéllezGirón.

Don Pancho consideraba que el golpe a Excelsior había marcado para siempre como represor al régimen de Echeverría, desde el que encabezó el General Lázaro Cárdenas del Ríos hasta el inicio del de Miguel de la Madrid.

Y sin duda que en mucho de su narrativa tenía razón Don Pancho.

Eran los días de la mitad del sexenio de Ernesto Zedillo, quien ya tenía en funciones a su segundo encargado de la comunicación social de la presidencia.

El titular era Carlos Almada, quien fue impulsado por el segundo secretario de gobernación de ese régimen Emilio Chuayffet.

Almada sustituyó al inquieto y cascabelero Carlos Salomón. Almada era un caballero en su trato y un político culto, pero carecía del colmillo necesario para desempeñar ese cargo.

Zedillo, que fue un presidente repelente a la operación política y a lo que representaban los medios de comunicación en ella.

Zedillo jamás se asumió como jefe nato del entonces partido gobernante, a la sazón el ahora moribundo PRI.

En el tiempo presente, en el que se dice una sucesión presidencial adelantada, la censura se ejerce desde las sombras de Palacio Nacional por personajes tan tenebrosos y aviesos como Jesús Ramírez Cuevas.

Mi argumento ante Don Pancho era que podría ser aceptable un control del régimen sobre los medios, pero jamás sería admisible como estilo de control mediático el asesinato de periodistas.

¿Cuántos compañeros del oficio han sido asesinados en los regímenes de la 4T?

¿O cuántos han sufrido intimidaciones tan graves como el atentado en contra de Ciro Gómez Leyva?

Hoy son caricaturas de dictadorzuelos (as) el atorrante del mandatario poblano Alejandro Armenta con su ley de “la Ciberseguridad” y la impresentable mandataria de Campeche Layda Sansores, quien tuvieron que ser reconvenidos por la presidenta Claudia Sheinbaum.

“Desde su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum, fue cuestionada por la ‘Ley Censura’ en Puebla y el caso de Campeche. Aseguró no conocer el caso en concreto, pero la morenista se posicionó en contra de cualquier intento de censura.

“Cualquier cosa que tenga que ver con la censura estamos en contra, que quede perfectamente claro. Está garantizada la libertad de expresión y las y los gobernadores deben garantizarla”, señaló durante la mañanera.”

Tomado de PolíticoMx.

Termino estas notas con una parte del prólogo que hizo Elena Poniatowska al libro de Manuel Buendía, La CIA en México:

¿En dónde radica el valor de Buendía? En su buena información, su buena prosa, su capacidad de denuncia, su falta de miedo y su archivo. Buendía recuerda, coteja, comprueba. En un país como el nuestro de memoria convenenciera, Buendía se instituye en nuestra memoria porque él sí se ha puesto a consignar todo lo que nosotros olvidamos o confundimos en un infame batidillo.”

 

Y reitero lo que le dije a Don Pancho Galindo: “Se vale casi todo en la relación del gobierno con los medios, menos que la censura tenga que llegar al crimen.