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La ilusa Margarita

por Ramón Zurita Sahagún
19-10-2020

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RAMÓN ZURITA SAHAGÚN 


Margarita Zavala Gómez del Campo ha sido engañada sobre su eventual carisma y potencial político, el que no advierte por ningún lado y sumó un nuevo fracaso en la aspiración de su esposo por convertirla en una opción atractiva para el electorado. 


Son varios los intentos que Felipe Calderón Hinojosa ha realizado por mostrar a Margarita como una lideresa política, atractiva para un sector de la población nacional que es el más numeroso, las mujeres y simplemente no le cuaje el producto. 


Margarita viene de una familia sumamente politizada, formada en el panismo de antaño, cuyo padre, Diego Zavala, la impulsó en sus aspiraciones políticas y falleció cuando ella realizaba su intento de ser candidata presidencial. 


 Su matrimonio con Felipe Calderón Hinojosa, la frenó, por un tiempo, en sus pretensiones políticas y fue su esposo el que ideó el nuevo concepto de ella como producto político. 


Margarita se mostró discreta y con muy bajo perfil durante la administración de su esposo como Presidente de la República y esa imagen sin proyección es la que se mantiene latente dentro del pensamiento ciudadano. 


Ha intentado todo (siempre con el respaldo de un Felipe que quedó hambriento de poder) y uno tras otro, los reveses se suman y se acumulan en una fracasada carrera política. 


 A diferencia de su esposo, Margarita no ha podido construir un andamiaje propio y se alimenta de los afectos que su esposo le cede, por lo que es demasiado reducido, ya que además de ello lucha contra los adversarios de Felipe (que son muchos) y los agravios dejados por éste en su ruta política. 


El discurso de Felipe la lleva a comparar sus fracasos por posiciones pequeñas y su gran triunfo en la disputa por la Presidencia de la República. 


Sin embargo, la figura de Margarita no transmite nada, se advierte apocada, su voz cansada y plana no es capaz de levantar el ánimo de nadie y sus intentos por despuntar en política se ven frenados, por ella y sus asesores políticos. 


Margarita se acostumbró al viejo esquema de los panistas, incapaces de motivar al electorado, por lo que la representación popular la obtenían mediante los cargos de representación proporcional y no en las urnas, con el voto directo de los ciudadanos, con todo y que sus primeras experiencias políticas fueron dentro del nuevo esquema democrático que les permitió ganara escaños, curules y gubernaturas desde 1989. 


La frustrada presidenta de México Libre no se atreve a ir a las urnas, para medir sus alcances y las veces que le fue propuesto se negó a ello. 


En 2015 quiso ser diputada federal y pretendió una curul de representación popular, pero se la ganó Cecilia Romero, por lo que fue invitada como candidata uninominal, propuesta que rechazó de inmediato, ya que dentro de sus planes no se encuentra disputar el voto directo de los ciudadanos. 


Su rechazó fue con el argumento de que esperaría mejores tiempos para competir por la presidencia nacional de Acción Nacional. Cuando llegaron esos tiempos, decidió hacerse de lado por considerar que el piso no era parejo, cuando en realidad confirmó que no tendría el respaldo de sus compañeros de militancia. 


Fue entonces cuando ella y su promotor (Felipe Calderón) emprendieron la retirada del partido en que habían vivido sus mejores momentos políticos, embarcándose en la aventura de proyectarse como candidata presidencial independiente. 


Sería la primera ocasión en que habría candidatos presidenciales independientes y les sedujo esa idea, como a decenas de mexicanos. Logró pasar todos los filtros y se convirtió en candidata presidencial, animada por las encuestas que realizaron a modo, que la posicionaba por encima de los otros candidatos. 


La realidad la alcanzó en el primer debate y prefirió renunciar a sus aspiraciones, convencida por su “manager” de que habría que construirle una nueva imagen y un partido que la proyectara. 


De esa manera los Calderón Zavala decidieron formar su propio partido, cuyo registro fue rechazado en todas las instancias. Primero fue el INE y después el Tribunal Electoral, los que le negaron ese derecho, por serías violaciones al proceso de financiamiento. 


Una vez Margarita y Felipe se quedaron sin la opción, ella de sobresalir y él de mostrar sus alcances como un Pigmalión más cercano al de George Bernard Shaw que el de Ovidio. 


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Asumiendo el compromiso con la comunidad y con gran ánimo, Karla Ruiz Macfarland se convirtió en la primera mujer en presidir el ayuntamiento de Tijuana y ocupará la posición por un año, hasta el 31 de octubre del 2021. 


La nueva alcaldesa fue bien recibida por la comunidad que confía en esta joven mujer, identificada por la comunidad como emprendedora y de lucha. 


 


Email: ramonzurita44@hotmail.com