Indice Político
La Espinita
Andy S. K. Brown
A López Obrador se le cayó la máscara de honestidad al convertirse en cómplice de sus tres hijos mayores.
Con esa máscara y con el dichoso pañuelito blanco es como se presenta y se ha presentado en su dizque lucha contra la corrupción.
Honesto nunca ha sido, como bien lo documentó la periodista Elena Chávez en su libro “El Rey del Cash”.
Sus hijos tampoco lo son.
Ya conocíamos como el mayor de ellos, José Ramón, vive a costillas de los contratos que Pemex y otras dependencias le dan a su cónyuge,
Sobre el segundo, Andrés Manuel (a) “El Andy”, han proliferado páginas electrónicas, plataformas de video, y prácticamente todas las redes sociales en las que se ha desmenuzado su control sobre el presidente, las recomendaciones que hace para que sus cuates ocupen cargos de elección, y cómo los usa para que les den contratos a otros de sus amigos.
Y ahora el tercero, Gonzalo (a) “El Bobby”, a quien apenas se ha presentado como uno de los principales beneficiarios de la construcción del Tren Maya, a través de otro de los amigos de la “famiglia”.
Junto con su papá, los tres ya son capos del nuevo cártel delincuencial ¡La Familia Tabasqueña!
O si usted prefiere, el Cártel Tabasco Nueva Generación.
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¡No tienen abuelita de Batman!
Ahora el PRI y el PAN, en alianza resquebrajada en Coahuila, se reparten hasta las direcciones de los planteles escolares, como si esas posiciones fueran cargos políticos y no académicos.
Marko Cortés –quien representa en México al real líder del PAN, Ricardo Anaya, por estar autoexiliado en el extranjero— presentó en redes el documento firmado por los dirigentes de los partidos que formaron la alianza opositora y las del nuevo gobernador, el priísta Manolo Jiménez, mismos que no concretaron hace un par de días.
Manolito, como el niño comerciante amigo de Mafalda— adoptó la convenenciera actitud de mercachifle y les regateó el cumplimiento a los panistas,
Todo por la alcaldía de Torreón.
¿Se conformarán los discipúlos de Anaya, perdón, de Marko sólo con 20 recaudadoras de impuestos, regidurías, alcaldías, diputaciones federales? ¿O quieren más?
¡Qué vergüenza de comerciantes de la política y el servicio público, la verdad!
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Pues la “nueva política” la dicta un viejillo canijo, interesado en el dinero que le produce su negocio Movimiento Ciudadano, SdeRL, y usa a los que aún se creen jóvenes como títeres de sus ambiciones.
Dante Delgado no está satisfecho con todo lo que la comercialización de la política le ha dejado a él y a sus hijos, primos, sobrinos en materia económica.
Más, más, siempre quiere más.
Y por más es capaz de aliarse con el diablo o hasta con el mismísimo López Obrador.
Y como su negocio es de Responsabilidad Limitada, para no quemarse con otra derrota más, vuelve a usar a los “jovenes” –ya no lo son Ávarez Máynez ni García Sepúlveda, si acaso sólo Mariana– para “destapar” a su precandidato presidencial.
¿Es eso novedoso?
¿Es eso la “nueva política”?
¿Ser títere de un viejillo cabrón?
¡Pobres ilusos quienes llegaran a votar por MC!
