La relación entre Donald Trump y la prensa estadounidense va de mal en peor. Además de los constantes insultos de Trump contra periodistas, ahora la Casa Blanca lanzó un sitio dedicado a ‘desenmascarar‘ aquellos medios de comunicación que critiquen al presidente.

Incluso tienen un apartado llamado ‘El delincuente mediático de la semana’. Pero eso no es todo, también pone los nombres de cada uno de los periodistas ‘acusados’. Todo indica que veremos a cada medio que critica su gobierno en dicha página.

Mientras la Casa Blanca justifica los ataques de Trump a la prensa como ‘franqueza’, la realidad es que solo son una muestra de su misoginia falsamente disfrazada de ‘honestidad’.

Donald Trump lanza sitio contra la prensa

Medios como The Washington Post, CBS News, CNN y msnbc aparecen en el apartado de ‘delincuente mediático de la semana’ del nuevo apartado de la Casa Blanca dedicado a exhibir a la prensa.

“Un registro de las noticias falsas y engañosas de los medios de comunicación, señaladas por la Casa Blanca”.

Y como si se tratará de la Fórmula 1, hasta hicieron una tabla de clasificación de la ‘vergüenza’. The Washington Post lleva la delantera, le sigue msnbc, en segundo lugar y CBS News ocupa el tercer puesto.

Entre las categorías que señala la página tenemos: mala praxis, mentira, sesgo, omisión de contexto, tergiversación, informes circulares, ‘locura de izquierda’ y otras más.

Y si creían que eso era todo, estaban equivocados. También hay un espacio dedicado a los ‘reincidentes’ en el que se enumeran el número de ‘ofensas’ (según la Casa Blanca), contra Trump, entre más azules son, más reincidencias tienen.

Cada uno de los artículos citados destacan: medio, reportero, ofensa, categoría y la ‘verdad’ según la clasificación de la Casa Blanca. La intención es clara, desacreditar directamente a los medios de comunicación que no estén a favor de su gobierno, además de tratar de reducir la critica.

Sin embargo, en lugar de dedicar tanto tiempo a supuestamente desmentir a la prensa, Trump debería dejar de insultar a las periodistas, sobre todo aquellas que lo cuestionan sobre los archivos de Epstein como Catherine Lucey o hacen informes detallados sobre agenda presidencial como fue el caso de Katie Rogers.