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La Caída del imperio Yunes en Veracruz; habrá históricas elecciones

por Mar Morales
20-12-2021

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Tras el pasado periodo electoral del mes de junio el ambiente en el puerto de Veracruz está que arde y no precisamente por el calor.


Recordemos que Miguel Ángel Yunes Márquez compitió con el ahora diputado Bingen Rementería Molina en las pasadas elecciones internas del PAN, donde dispuestos a no dejar el trono los yunistas “reventaron” a  sillazos el sufragio para imponer al hijo consentido de Yunes Linares, quien ya había perdido la contienda por la gubernatura contra el morenista Cuitláhuac García Jiménez.


Desde entonces, se vive una intensa guerra con “odio jarocho”.


El también llamado ChiquiYunes no podía competir porque no cumplía con el tiempo de residencia en el puerto, pero como “dinero mata carita”, recurrieron a la falsificación de documentos en complicidad con su hermano Fernando, actual alcalde porteño.


El gusto le duró poco, pues un tribunal lo “bajó” de la contienda, quitándole la candidatura.


Pero mire usted que los Yunes se reproducen peor que piojos y ni tardos ni perezosos le cedieron la candidatura a Patricia Lobeira de Yunes, esposa de Miguel, quien se coronó el 23 de mayo en una multitudinaria marcha denominada “Todos somos Miguel”, gastando  una fortuna que no registraron ante el INE, pues dicen que fue una “marcha ciudadana” y que cada uno llevó su gorra, su torta y su chesco para apoyar a Miguel.


Esta marcha ha sido la manzana de la discordia, pues Morena y su candidato, Ricardo Exsome Zapata, se fueron a tribunales para impugnar la elección.


Y sí, fue anulada.


Hoy los jarochos, a más de seis meses de la elección, están sin alcalde electo  y dándose hasta con la maceta porque aunque el nuevo gobierno municipal debería entrar en funciones este 1 de enero, no será así y se deberá nombrar un concejo municipal que llevará las riendas del Ayuntamiento hasta que se convoque a nuevas elecciones.


Lo que vemos en el puerto más importante de México es que el odio desbordado de los Yunes hacia todo lo que huela a Morena y su empecinamiento a no soltar el hueso (mucho menos el dinero) los hace hacer trampa una y otra vez y no parecen dispuestos a dejarse vencer, pese a que todo tienen en contra, ya que sobre Miguel Ángel Junior pesan denuncias penales por falsificación de documentos oficiales y el señor no se ha presentado ni a declarar.


De volver a tener elecciones municipales, la señora Yunes ha dicho en varios medios de comunicación nacionales que volverá a subirse al ring y el candidato morenista, que por cierto también fue diputado federal, está más que apuntado (y apuntalado por su partido) para volverse a lanzar, mientras los porteños viven día a día en la incertidumbre, en medio de la delincuencia, con agua insalubre, con calles llenas de baches y mientras estos personajes se sigan dando con todo, el que paga los platos rotos es el ciudadano de a pie.


Las pugnas entre el PAN y Morena nos recuerdan a las interminables luchas entre moros y cristianos y así como van las cosas el cuento parece nunca acabar.


Pobre Veracruz, tan lejos de dios y tan cerca de los Yunes.


¡Pero qué necesidad!