logo
header-add

Ingeniosa forma de los antiguos persas para mantenerse frescos

por Redacción
23-11-2021

Comparte en

La ciudad de Yazd, en el desierto de Irán, fue durante mucho tiempo cuna del ingenio creativo.

Alberga antiguas maravillas de la ingeniería que incluyen una estructura de refrigeración subterránea llamadayakhchal, un sistema de riego subterráneo llamado qanat; e incluso una red de mensajería llamada pirradazisque tiene 2.000 años más que el servicio postal estadounidense.

Y entre estas antiguas tecnologías se encuentran también los badgi, también llamados"captadores de viento" o "atrapavientos".

Es común ver estas estructuras sobre los tejados de la ciudad. Son a menudo unas torres rectangulares, aunque también pueden ser circulares, cuadradas, octogonales o tener otras formas ornamentadas.

Se dice que Yazd tiene la mayor cantidad de atrapavientos del mundo, aunque es posible que se hubieran originado en el antiguo Egipto.

Pero en Yazd pronto resultaron indispensables, volviendo habitable esa parte de la cálida y árida meseta iraní.

Aunque muchas de estas estructuras hayan caído en desuso, están atrayendo a académicos, arquitectos e ingenieros de la ciudad del desierto para ver si pueden servirnos hoy para mantenernos frescos en un mundo que va calentándose.

Como no requieren electricidad para funcionar, es una forma de enfriamiento rentable y ecológica.

Dado que la ventilación mecánica convencional ya representa una quinta parte del consumo total de electricidad a nivel mundial, las alternativas antiguas como el captador de viento se están convirtiendo en una opción cada vez más atractiva.

Hay dos fuerzas principales que impulsan el aire a través de la estructura y hacia el interior del edificio: el viento entrante y el cambio en la flotabilidad del aire según la temperatura(el aire más cálido se sitúa encima del aire más frío y denso).

El aire accede por las aberturas del captador de viento y se canaliza hacia la vivienda, depositando arena o escombros al pie de la torre. Y fluye por el interior del edificio, a veces a través de depósitos de agua que lo enfrían aún más.

Ello hace que el aire caliente del interior se eleve y saldrá del edificio a través de la torre, ayudado por la presión dentro del edificio.

El diseño de la casa, la forma de la torre, su dirección, el número de aberturas, su configuración de palas internas fijas, canales y altura están finamente ajustados para mejorar su capacidad para llevar el viento a la viviendas.

El uso del aire para enfriar edificios se remonta a los tiempos en los que se empezaron a poblar los entornos desérticos.Algunas de las primeras tecnologías de captura de viento provienen del Egipto de hace 3.300 años, según los investigadores Chris Soelberg y Julie Rich, de la Universidad Estatal de Weber en Utah, Estados Unidos.