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El dolor, más que un síntoma

por Redacción
16-11-2021

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Qué es el dolor

Como primera medida es importante saber que el dolor es una experiencia individual y subjetiva del ser humano, es decir, cada persona lo percibe de forma única, aun cuando esté causado por la misma enfermedad. Por ejemplo, un dolor de cabeza es percibido de forma diferente por cada persona, así mismo, su impacto también lo es, ya que está influenciado por muchos factores como la edad, las experiencias de dolor previas, algunas enfermedades asociadas, el estado de ánimo, entre otras. Dado lo anterior, es muy importante una evaluación médica integral y personalizada a la hora de su diagnostico y manejo. De aquí surge la importancia de no automedicarse.

El dolor ha acompañado al hombre a través de toda su historia, ha sido un punto de interés y de análisis desde diferentes disciplinas o áreas del conocimiento. Así mismo, ha sido clasificado de muchas formas y hoy en la literatura podemos encontrar estas clasificaciones de acuerdo al tiempo de evolución, según su causa, según su ubicación, etc. Dichas clasificaciones son útiles para el personal médico ya que ayudan a caracterizarlo y de esta forma se puede obtener el enfoque adecuado de su manejo.

Tipos de dolor

En la actualidad, al dolor lo podemos ver desde dos grandes enfoques: agudo (de reciente aparición) como un signo de alarma y crónico (más de 3 meses de evolución) como una enfermedad.

Dolor agudo

Se podría decir que el cuerpo humano tiene el privilegio de contar con un sistema de alarma, que informa que algo no funciona bien o que está “fallando”, y esto es a lo que hace referencia la aparición del dolor agudo, el cual funciona como una alerta acerca de un daño real o potencial. Más del 90% de las consultas en los servicios de urgencias están acompañadas de este síntoma y es el que muestra muchas veces el camino para hallar el diagnóstico a muchas enfermedades. Como dato adicional, los principales dolores que se evidencian en la atención por el servicio de urgencias son: abdominal (infecciones, cólico biliar, cólico renal), cefaleas, lumbar, en miembros inferiores (isquemia) y torácico.

Dolor crónico

Por otro lado, cuando este se prolonga o cuando la causa se resuelve y persiste, nos enfrentamos a un dolor crónico, que en muchas ocasiones se acompaña de depresión, ansiedad y alteración de la calidad de vida secundario a cambios en el rol, ausentismos laborales, autoimagen, etc. Este tipo de dolor requiere la intervención de un grupo multidisciplinario.

Manejo del dolor

Otro aspecto muy importante es enfatizar que el manejo debe ser individualizado, ya que muchas enfermedades de base pueden contraindicar algunos analgésicos.