José Luis Camacho Acevedo
No cabe duda que la abusadora Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación desde hace ya muchos años le tiene tomada la medida a los gobiernos en turno para sacarles siempre alguna ventaja, ya sea en prestaciones o, lo que más les gusta a sus dirigentes, en dinero contante y sonante.
Sus acciones saboteadores han sido por demás variadas y retadoras.
La CNTE ha tomado por meses el Centro Histórico de la capital oaxaqueña; ha obstaculizado el paso de trenes atestando las vías férreas de piedras; ha tomado casetas de peaje; ha realizado marchas que afectan sensiblemente al comercio establecido.
Y nadie les ha imputado delito alguno de todos los que han cometido.
Y los gobiernos a los que ha chantajeado nunca han dejado satisfecho a los llamados disidentes magisteriales en la solución de sus demandas.
Ayer trataron de derribar las ominosas vallas con las que protegen a Palacio Nacional.
Se enfrentaron a la policía que los reprimió con gases lacrimógenos.
Después se fueron al palacio legislativo de San Lázaro donde instalaron un plantón con las ya muy conocidas casas de campaña.
Y la Coordinadora, ya convertida en una organización que ha profesionalizado sus chantajes, amenaza ahora con sabotear los juegos del Mundial de Fútbol 2026 que habrán de celebrarse en México.
Saben en donde pueden vulnerar de manera más impresionante al gobierno.
La presidenta Claudia Sheinbaum, que gobierna solo con el apoyo y la rectitud de Omar García Harfuch, Rosa Icela Rodríguez, Luz Elena González, Marcelo Ebrard, Edgar Amador, entre los más señalados como sus leales, parece ser una solitaria en Palacio.
¿Dónde está Mario Delgado?
Acaso se encueva en el mismo reducto en el que se esconden los amlovers de la línea dura como el ex director de PEMEX Octavio Romero, o Martí Batres, o gobernadores del talante traidor como Alfonso Durazo, Américo Villarreal, Alfredo Ramírez Bedolla o Rubén Rocha Moya.
Mario Delgado es totalmente prescindible.
La presidenta Sheinbaum tiene que dar la cara por él tal y como lo hizo en la conferencia mañanera de ayer:
“Siempre ha habido diálogo, hay mesas abiertas de trabajo, recientemente estuvo el secretario de Educación, la secretaria de Gobernación, ha habido mesas de diálogo en Chiapas, en todos los estados, entonces no se entiende como si hay mesas de diálogo, incluso ha habido muchos apoyos, a las maestras, maestros, estudiantes, qué necesidad hay de esta manifestación a dos días de la manifestación de la derecha”.
Internacionalmente la noticia de las acciones de la CNTE tuvo una amplia difusión.
“La Ciudad de México amaneció tomada. Desde las primeras horas del viernes 13 de noviembre, integrantes de la CNTE comenzaron un paro nacional de 48 horas que incluyó bloqueos, plantones y cierre de vialidades clave. El movimiento, que continuará este sábado 14, busca presionar al Gobierno federal por el incumplimiento en torno al sistema de pensiones de la Ley del ISSSTE de 2007.
“Es un paro nacional de 48 horas en exigencia de abrogación de la Ley del ISSSTE 2007, Reforma Educativa, aumento de salario y presupuesto para educación y salud”, señaló la CNTE en su convocatoria, respaldada por secciones de Guerrero, Veracruz y la CDMX.”
Como diría la presidenta parafraseando al clásico de Juárez; ¿Pero qué necesidad?

