La crisis de violencia en Guerrero ha acumulado episodios dolorosos en los últimos meses, y mientras los problemas se acrecientan, hay expertos que afirman la llegada de un nuevo pacto entre el crimen organizado en la entidad para que se calme la situación.
Se trata de una posible repartición de zonas entre grupos delictivos, esto después de un acuerdo al que las organizaciones criminales habrían llegado de la mano con el obispo emérito Salvador Rangel y Filiberto Velázquez, director del centro Minerva de Derechos Humanos.
La llegada de acuerdos entre cárteles de la zona, así como líderes de la iglesia también supondría implicaciones en el proceso electoral en curso, ya que se podrían definir candidaturas y procesos electorales de acuerdo con el periodista Eduardo Guerrero Gutiérrez en su columna para El Financiero.