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AMLO y los ministros “corruptos e irresponsables”

por Eduardo Ibarra Aguirre
26-04-2023

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Lo adelantó el experto en seguridad pública Alejandro Hope a Leo Zuckermann –el que presume al aire su condición ideológica–, palabras más, palabras menos, el acuerdo de la Suprema Corte que invalidó la decisión del Congreso de la Unión para que la Guardia Nacional dependa operativa y administrativamente de la Secretaria de la Defensa “servirá para negociar” con el Ejecutivo federal.

El especialista se equivocó y difícilmente lo reconocerá como casi todos los intelectuales al servicio de la oligarquía (económica, financiera y política) mexicana, porque el presidente Andrés Manuel los desnudó sin reparar en las formas y tonos para tratar a los representantes del Poder Judicial, los ocho ministros que encabezados por Norma Lucía Piña, la presidenta, declararon inconstitucional la decisión del Congreso de la Unión, y que sin matices López Obrador describió de esta manera: “Son unos corruptos e irresponsables”.

¿Por qué denominó López Obrador de tan fea pero descriptiva forma a Luis María Aguilar Morales, Javier Laynez Potisek, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Juan Luis González Alcántara Carrancá, Margarita Ríos Farjat, Alberto Pérez Dayán, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Norma Lucía Piña Hernández?

Así lo explicó, en síntesis, el tabasqueño de Tepetitán (Macuspana) pero veracruzano adoptivo, en el puerto jarocho el viernes 21 durante la muy escuchada e igualmente atacada (Denisse Dreser) mañanera. “Se arrepintieron. En vez de que ordenaran que entrara en vigor de inmediato (el fallo) empezaron ahí hasta mandándonos a decir que por qué no se negociaba para que entrara en vigor después. ¡No!, le dije al secretario de Gobernación (Adán Augusto López) y a la secretaria de Seguridad (Rosa Icela Rodríguez). No, nada de negociación, esto tiene que ver con la dignidad, nosotros no hacemos acuerdos en lo oscurito”. 

Un colega preguntó: ¿Entrara en vigor que la GN dependa de la Secretaría de Seguridad después de enero? Y la respuesta fue frontal. “Sí, sí, sí, qué querían. Y les dije: ‘Ni les contesten el teléfono’”.

Y Obrador exhibió sin miramiento a la señora Norma Piña, él que tantas consideraciones tiene por el género femenino. “Y todavía, voy a decir otra cosa, porque esto antes se callaba, le dijo la presidenta de la Suprema Corte a la secretaria: ‘Oye, ¿pero cómo te quejas, si tú vas a manejar la Guardia Nacional’? Politiquería ramplona, abriéndole el apetito (de Rodríguez) para que ambicionara ser ella la que manejara la Guardia Nacional. ¿Qué le contestó? Le dijo: ‘No, es que no es un asunto mío’. Pero lamentable el nivel de indignidad, cuando deberían de estar dando ejemplos de rectitud, de moralidad. Nada más para que sepan que ya no es lo mismo, porque se quedaron en el almanaque”.

El argumento básico consiste en que ya no es el tiempo de antes, porque quiere Obrador enviar la iniciativa de reforma a la Constitución, que sea el pueblo el que decida. “No puede ser que una élite corrupta sea la que decida un asunto tan delicado como es la seguridad de la gente. Ya se acabó la política cupular (…), no hay negociaciones como las que se acostumbraban antes”.

Y ese es el punto nodal que tanto trabajo y esfuerzo político e intelectual causa a muchos actores de los tres poderes de la Unión, los denominados órganos autónomos y las oposiciones (mediáticas, empresariales y partidistas) que observan y analizan la vida política nacional con las mismas anteojeras que utilizaron durante las 3.5 décadas del PRIAN hecho gobierno y rumbo. 

Acuse de recibo

De Manú Dornbierer: “Los absurdos jueces que decidieron sacar a la Guardia Nacional de la Secretaria de la Defensa hoy no saben ni dónde meterse. La presidenta ‘La Piña’ creyó poder atraerse a la gran y seria política que es Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad, haciéndole creer que estaría contra la ‘militarización’. Pero Rosa Icela es 10 veces más inteligente que la tonta panista presidentita de la Suprema Corte”… Segunda entrega del comentario de Cuauhtémoc Villamar, hecho desde Tailandia: “En los hechos, las elecciones de junio de 2024 serán un referéndum para otorgar continuidad al proceso de cambio. Son catorce meses para preparar ese voto masivo. Es una propuesta muy atrevida e incierta como todo lo político, pero tiene visos de ser alcanzada a partir del debate político actual. Ese ambiente político es cada vez menos el de los buenos contra los malos y cada vez más el de consolidar los avances alcanzados frente a la propuesta vacía de regresar al pasado. Es fundamental la temporalidad que se establece: septiembre de 2024, cuando se habrá instalado el nuevo Congreso, pero el actual presidente todavía estará en funciones y podrá lanzar iniciativas que sean discutidas y aprobadas mayoritariamente por el partido gobernante y sus partidos aliados”… Denuncia de la tesorera de la Federación, doctora Elvira Concheiro, en la BUAP: https://www.lajornadadeoriente.com.mx/puebla/neoliberalismo-dejo-tesoreria-en-manos-de-la-banca/