
El presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó el uso de la fuerza para resolver conflictos sociales, al referirse al caso de Xochimilco y al desalojo de triquis en Oaxaca. “Eso tiene que ver con los conservadores, no con nosotros”, aseveró.
En la conferencia matutina de ayer se le preguntó sobre los enfrentamientos entre policías y pobladores de San Gregorio Atlapulco, Xochimilco, que defienden el agua, y del desalojo de integrantes del pueblo triqui en el centro histórico de Oaxaca, hechos suscitados en administraciones morenistas.
En el caso de Xochimilco, el mandatario detalló que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, “ya lo está viendo”.
Justificó que la actuación de policías –que se enfrentaron con pobladores– “se produjo sin que se haya dado la orden por la jefa de Gobierno; no es esa la actitud. Los habitantes de Xochimilco no merecen ser tratados de esa forma; se están tomando medidas y espero que se atienda”.