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5 ejercicios para la anorgasmia femenina

por Redacción CCS
24-10-2021

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La anorgasmia se trata de la ausencia de orgasmos, una marcada disminución de la intensidad de sensaciones orgásmicas o un retraso significativo del orgasmo a pesar de una adecuada estimulación y excitación sexual.

El diagnóstico de esta condición debe basarse en el juicio clínico de que la capacidad orgásmica de la mujer es menor de la que sería razonable por su edad, experiencia sexual y adecuación de la estimulación sexual que recibe.

El tratamiento para la anorgasmia se ha enfocado desde muchas perspectivas psicológicas, pero la que cuenta con más investigación es la Terapia Cognitivo Conductual (TCC). Esta terapia, para la anorgasmia, se centra en promover cambios de actitud y pensamientos relevantes en torno al sexo, disminuyendo la ansiedad y aumentando la satisfacción y habilidad orgásmica.


Los siguientes ejercicios que proponemos se enmarcan dentro de la TCC, y lo ideal es llevarlos a cabo con la ayuda y control de una profesional, que nos pueda guiar y dar pautas e indicaciones concretas adaptadas a nuestro caso.

1. Ejercicios de Kegel

Los ejercicios de Kegel son unos ejercicios destinados a fortalecer la musculatura del suelo pélvico, que sostienen el útero, la vejiga, el intestino delgado y el recto. Este tipo de ejercicios tiene muchos beneficios, y entre ellos, se encuentra la mejora de la capacidad orgásmica.

Los ejercicios de Kegel pueden hacerse con la ayuda de bolas chinas u otros entrenadores pélvicos, que se introducen en la vagina obligando a sus músculos a hacer fuerza para sujetarlos mientras estamos en movimiento.

También podemos hacerlos sin ningún tipo de material, tumbadas o sentadas, contrayendo los músculos de la pelvis, como si nos aguantáramos el pipí, durante 10 segundos, y descansado 3-5 segundos, haciendo un máximos de diez repeticiones tres veces al día.

2. Masturbación directa

Usando fantasías sexuales y/o vibradores para conseguir un mayor arousal. La terapia basada en la técnica de la masturbación directa es muy efectiva para aquellas mujeres que no han experimentado un orgasmo en su vida. El 60-90% de las mujeres alcanzan el orgasmo mediante la masturbación y entre un 33 y 85% lo consiguen luego con una compañera sexual.

3. “Sensate Focus”

Se trata de una técnica para reducir la ansiedad que resulta disruptiva con el proceso erótico del placer. Esta incluye una serie de maniobras de tocamiento del cuerpo, secuenciadas de tal manera que van desde lo no-sexual hasta tocamientos altamente sexuales del cuerpo de la compañera. Esta técnica pretende evitar que la mujer se centre en aspectos que puedan incrementar su ansiedad, como la falta de acción, vergüenza y/o culpa. Aquí encontrarás diferentes estrategias para reducir la ansiedad.

4. “Role play”

Algunas mujeres tienen la concepción errónea de que el orgasmo representa una pérdida total de control y una vulnerabilidad que debe evitarse. En el “role play”, la mujer pretende que pierde el control y que experimenta una alta excitación sexual llegando al orgasmo. El objetivo de este ejercicio es ayudar a la mujer a superar esos miedos, aunque por el momento no dispone de suficiente evidencia empírica que lo respalde.

5. Entrenar las habilidades comunicativas

Se ha visto que muchas de las mujeres que tienen problemas para llegar al orgasmo sufren una mala comunicación con su pareja. En particular, se ha visto que las mujeres anorgásmicas y sus parejas muestran más incomodidad a la hora de discutir actividades sexuales relacionadas con la estimulación directa que el clítoris, en comparación con otras parejas cuyas mujeres no sufren inhibición orgásmica.


Otras estrategias empleadas para solucionar la anorgasmia femenina son las siguientes:

1. Suplementación hormonal

Aunque aún no se han aprobado terapias con andrógenos por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) para el tratamiento de la disfunción orgásmica femenina, algunos de ellos se usan en la práctica clínica. Los andrógenos juegan un papel muy importante en la salud sexual de la mujer, especialmente en la fase de estimulación e interés sexual, y en el mantenimiento del deseo. Varios estudios muestran como diferentes tipos de andrógenos pueden ser beneficiosos para el tratamiento de la anorgasmia.

Terapia con testosterona. Aunque se sospecha que pueda tener beneficios, la terapia de reemplazo de testosterona en mujeres es controvertida y la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) no la ha aprobado para tratar la disfunción sexual de las mujeres. Además, puede tener efectos secundarios que incluyen acné, exceso de vello corporal y alopecia androgenética. Aparentemente, la testosterona es más efectiva en aquellas mujeres con niveles bajos de testosterona causados por la extirpación quirúrgica de los ovarios.

Terapia con estrógenos para mujeres posmenopáusicas. Si la anorgasmia está asociada con los síntomas de la menopausia, como los sudores nocturnos y los bochornos, la terapia con estrógenos sistémicos (a través de tabletas, parches o geles) puede aliviar esos síntomas y mejorar la respuesta sexual. La terapia local con estrógenos (a través de cremas vaginales o supositorios o anillos de liberación lenta que se colocan en la vagina) puede aumentar el flujo sanguíneo hacia la vagina y mejorar la excitación sexual.

2. Trabajo de la autoestima

En ocasiones, los complejos, las falsas creencias sobre la sexualidad, una autoimagen negativa o una autoestima poco saludable son los factores responsables de las dificultades sexuales. Puede que estés más preocupada de tu cuerpo, de tus movimientos y de cada una de tus acciones que de disfrutar el momento conectada con el presente, con tu cuerpo y con tu acompañante (si lo hay). Si te sientes insegura o avergonzada, puede que te resulte muy útil trabajar tu autoestima.