
José Luis Camacho Acevedo
Washington, D.C. septiembre 2025. La conferencia de prensa que ofreció el titular de Seguridad, Omar García Harfuch, acerca de la detención de quienes fueran altos mandos en la secretaría de Marina en tiempos de Andrés López Obrador, fue un claro aviso de que en el régimen que encabeza la presidenta Claudia Sheinbaum no habrá ni encubrimientos ni protecciones políticas para quienes se convierta, por cualquier causa, en infractores de la ley.
Sin duda que uno de los males mayores que afectan la ordenada marcha del país es el fenómeno de la corrupción.
Y hablamos de una corrupción endémica entre TODOS los gobiernos del pasado, y no solamente del régimen que acaba de terminar.
Los detalles de la operación que permitió el decomiso de una millonada de litros de huachicol han sido difundidos con profusión por los medios de comunicación y las redes sociales han convertido al acontecimiento en una tendencia que supera a la que se generó con el bochornoso espectáculo que protagonizaron Alejandro Moreno y Gerardo Fernández Noroña.
Y, quien puede negarlo, el actor fundamental de la acción que permitió la captura del huachicol y los huachicoleros implicados, fue Omar García Harfuch.
La lectura más socorrida entre los comentócratas es que el secretario de Seguridad se ha convertido en el precandidato presidencial número uno.
Algunas encuestas colocan a García Harfuch con un porcentaje mucho mayor que otros aspirantes a la silla presidencial.
Son acciones por demás indicativas de que García Harfuch es el hombre de confianza de la presidenta Sheinbaum:
1.- El secretario de Seguridad ha sido el encargado de la investigación del doble asesinato cometido en contra de los dos más cercanos colaboradores de Clara Brugada.
Es un secreto a voces que Brugada, que también se siente con posibilidades de suceder en la presidencia a Claudia Sheinbaum, es una identificada malqueriente de Omar García Harfuch.
2.- La captura de los que fueron altos mandos de la secretaría de Marina en el sexenio pasado, constituye un elemento más de la creciente independencia, política e ideológica, que viene demostrando cada vez con mayor claridad Claudia Sheinbaum.
Omar García Harfuch es el hombre de confianza de la actual mandataria.
Es prematuro descartar en la lucha por la sucesión presidencial a personajes de la talla de Marcelo Ebrard o de Luz Elena González.
Lo mismo puede decirse de Edgar Amador, secretario de Hacienda, de Juan Ramón de la Fuente, titular de la SRE, o incluso de la jefa de gobierno capitalina Clara Brugada.
Pero la clase política, que cuando se trata de hacer cábalas sobre la sucesión presidencial no se detiene en nada, ha lanzado, como indiscutible puntero a Omar García Harfuch en el momento presente.